Con trágica puntualidad cientos de muertos otra vez, es la nueva barbaridad del terrorismo sin frontera. En su gran estupidez que quiere matar entera a toda la humanidad. Esta vez además de los muertos nuestros hermanos, tenemos que lamentar en las urnas enterarnos de nuestro fracaso escolar. Casualidad que ocurriera en día tan propicio para que así se pudiera lo que ya estuviera preparado desde el inicio. Ante tan doble fatalidad la de los muertos y la del comicio cabe resignación en esto demostrar lealtad y por los muertos rezar presto Don José Luis tuvo suerte. A costa de la gran tragedia y del rondar de la muerte, se llevó de los votos la media. Nos cabe resignación y esperar pacientemente lo que tenemos en mente es nuestra condición. Cuatro años no son nada y Dios mediante podremos restablecer la normalidad y en muy buena hermandad el favor del pueblo tendremos. Que nos perdonen las víctimas de este espantoso suceso por creer que su sacrificio fue la causa de nuestro