Tengo un amigo que es primo de un bandido calabrés que un día hizo un timo a un menestral cordobés Díjole vente conmigo que yo te quiero enseñar de una vaca a ordeñar es verdad lo que te digo Muchos litros de leche salieron de la hermosa vaca mía y el amigo y su hijo quedaron con gran admiración a porfía En mucha estima me la tengo y me veo con pena obligado a venderla y a usted le propongo un trato fiel y estirado El trato presto cerraron y atando a su carro el menestral la vaca a quien puso un ronzal de allí ligeros marcharon La vaca era tuerta y coja y la leche que parecía de sus ubres proceder no era sino depender De una redoma roja que en lo alto del establo había (“El Niño de la Puebla”)